Santiago Apóstol salva y cierra tu tierra, cuida de tus peregrinos que vivimos y peregrinamos en ella.



Tú, que fuíste el primero en beber del cáliz del Señor, pero fuiste hasta el fin del mundo a llevar su enseñanza, enséñanos a ser mejores cristianos, mejores rocieros y buenos hermanos...!



 


 




San Mateo 5, 14: Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.